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Bisagra004

31/12/2018 En el orbe

¡¡¡Ya está acá, Bisagra004!!!
En ella encontrarán:

Ejercitando el diálogo en tiempos polarizados. Bisagra en conversación con Natalia Majluf, Nancy La Rosa y Fernando Bryce

José Carlos Mariátegui - Pabellón del disenso

Raul Silva y Rafael Nolte - Articular colectividad

Ruth Estévez - Entre el gesto y la palabra

Bisagra + Kinderhook & Caracas - Fashion Week Lima-Berlín

Florencia Portocarrero - Mujeres radicales: Una nueva genealogía para el arte latinoamericano

Eliana Otta - De sures, sudakas y la movilidad de las instituciones artísticas

Gris García - Ceder la voz

Jarí Malta - tú documenta mi nada, que yo la co-curo

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Tarde antes que nunca

Vuelve nuestra revista a las calles, en su cuarta edición. Y “más vale”, debe haber pensado el ex dictador Alberto Fujimori, el 24 de diciembre del 2017, cuando recibió el llamado “indulto de navidad”, gracias a la desesperada benevolencia del ex presidente Pedro Pablo Kuzcynski. A punto de ser destituido por sus conexiones con la empresa brasileña Odebrecht y diversas negociaciones donde se benefició de sus cargos públicos para lucrar. El que fuera promocionado como “el candidato de lujo” de la derecha peruana, pactó con Kenji Fujimori, intercambiando su perdón en el Congreso por la libertad de su padre, quien purgaba penas por violaciones a los derechos humanos y a quien no sólo le faltan años de cárcel, sino juicios y condenas por asumir.

Que Fujimori estuviera en su casa, como si su celda no tuviera ya suficientes comodidades, es motivo más que suficiente para sacar una revista de luto. Y quizá esos primeros meses de este año, 2018, influyeron en el marasmo que, sumado a las descoordinaciones propias de otro colectivo artístico sostenido por trabajo gratuito, causaron que la número cuatro de nuestra publicación salga más de un año después de su predecesora.

Es que ese cambio de año nos golpeó no sólo con el revés que implica el indulto para la historia peruana reciente, rebatiendo una sentencia que era considerada ejemplar por la comunidad internacional, si no con diversos episodios que crearon un clima de angustia, agresividad y hartazgo. Envalentonamientos de voces conservadores, gestos censuradores frente a iniciativas culturales consideradas peligrosas, el eterno fantasma del terrorismo como recurso desesperado de medios de prensa o congresistas alérgicos al pensamiento crítico, parecieron arreciar cada vez con más fuerza, quizá contagiados por ejemplos que resuenan desde otros contextos, creando polarizaciones similares.

¿Cómo entablar un diálogo con quienes defienden convicciones radicalmente distintas?, ¿de qué manera nuestras escenas artísticas pueden fortalecer un disenso constructivo y desafiante? Para tratar de pensar juntos sobre una serie de momentos elocuentes que hacen evidente la debilidad de nuestra cultura democrática, convocamos a los artistas Fernando Bryce y Nancy La Rosa, así como a la directora del Museo de Arte de Lima, Natalia Majluf. En esa conversación también revisamos la insuficiencia del Estado peruano para crear soportes y plataformas acordes a las necesidades del arte contemporáneo local. Pero sobre todo, revisamos cómo esa precariedad institucional puede tener efectos contraproducentes en el tipo de agencia de los actores privados, que aunque por un lado cumplen roles fundamentales, por el otro se ven involucrados en incidentes como los ocurridos en la escuela de arte Corriente Alterna, o la última participación del Perú en la Bienal de Venecia, que terminó con la renuncia del curador encargado. ¿Cómo balancear el acceso al poder en el arte y la cultura, dentro de una sociedad tan desigual como la peruana?, ¿cómo pueden los proyectos privados desarrollarse en condiciones de respeto a los involucrados?, ¿qué condiciones mínimas deben cumplir dichos proyectos para ganar legitimidad y convertirse en activadores que verdaderamente enriquezcan la relación local con el arte? Raúl Silva y Rafael Nolte proponen algunas ideas al respecto, pero además, José Carlos Mariátegui comparte el proceso para pasar de la crisis de Venecia, a la formación de la Asociación de Curadores Peruanos. Desde el momento en que escribió la primera versión del texto, hasta su publicación, han pasado ya muchísimas reuniones y los miembros de la asociación siguen aumentando, haciendo que empiece a dar pistas de cómo retomar seriamente la autogestión colectiva en nuestra fragmentada escena artística local. En ese sentido, probablemente será clave el apoyo y seguimiento que la Asociación pueda dar a los nuevos comisionados para el Pabellón Peruano de este año, los curadores Gustavo Buntinx y Giuliana Vidarte, junto al artista Christian Bendayán.

Otro proceso de compartir desafíos y preguntas, aunque en un contexto muy distinto, fue el que propuso Capacete Entretenimientos, la residencia brasileña que cumple 20 años de intercambios y complicidades expandidas. Con motivo de la llegada de documenta 14 a Atenas, Capacete lanzó una convocatoria abierta para seleccionar un grupo de artistas latinoamericanos que vivirían casi un año en Grecia, junto a colegas del lugar. Siendo un proyecto que mayormente recibió artistas europeos en Brasil, en 2017 hicieron el esfuerzo de realizar el movimiento opuesto, para proponer algunas preguntas sobre las relaciones norte - sur, las posibilidades de vincular prácticas con discursos críticos desde el arte y las tensiones contemporáneas entre macro y micro política. Algunos de sus participantes, Eliana Otta, Jarí Malta y Gris García, aprovecharon la invitación de Bisagra para empezar a digerir una experiencia que por ahora, ya empezó a generar nuevas redes, proyectos y a ampliar los horizontes de posibles interlocutores entre Suramérica y el a veces llamado Sur Global.

La Grecia de los ajustes, laboratorio para los experimentos neoliberales de recortes máximos a los presupuestos y servicios estatales, crea un interesante contrapunto para pensar los diálogos entre lo público y lo privado, que recorren este número de la revista. Una de las preguntas constantes de los residentes en las calles atenienses fue “¿dónde están las mujeres?”, ante su ausencia en ciertos espacios públicos, aún predominantemente masculinos. Mientras tanto, ese año fue el del #metoo, las marchas multitudinarias por diversas exigencias desde los movimientos feministas en el mundo, y de avalanchas de denuncias de violencia contra la mujer que se hacen cotidianas, finalmente, remeciendo como un huayco los cimientos patriarcales. Ese ha sido el año también de la itinerancia de la exposición Mujeres radicales, arte latinoamericano, 1960-1985, sobre la que Florencia Portocarrero escribe en esta edición, y que originalmente se presentó en el marco del proyecto Pacific Standard Time: Los Ángeles-América Latina (PST LA-LA), que Ruth Estevez contextualiza, ayudándonos a comprender las complejidades que implica el apostar por acercar voces marginales a público amplios. Agentes claves de la historia del arte reciente empiezan a tener la visibilidad que merecen, sumándose a diversos intentos por reescribir lo que conocemos como arte y más aún, lo que conocemos como justicia.

El deleite visual de Bisagra004 lo trae una selección de imágenes de la colección elaborada por un grupo de artistas a quienes invitamos a proponer las tendencias para el verano europeo 2018. Desordenando los habituales ciclos de producción y consumo, original y copia, diseño e imitación, fulanito, menganita, zutanita y perenceja, entre otros, dieron una segunda vida a sus propias ropas, para armar un conjunto de tenidas portátil, que conformarán la participación de Bisagra en el Berlín Art Week 2018, por invitación de Kinderhook & Caracas.

Nuestro catálogo de moda sale a todo color, como un gesto afirmativo en medio de la desazón de un año que continúa desvelando las redes de corrupción que atraviesan los poderes fácticos en el Perú. Con nuestros presidentes recientes prófugos, encarcelados, o investigados, y el reemplazante Martín Vizcarra tratando de sobrevivir al fujimorismo del Congreso, el país sigue dividido entre la indignación y la indiferencia. Y aunque a principios de octubre el Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema, presidido por Hugo Nuñez Julca revocara el indulto a Alberto Fujimori, los alcances de la justicia peruana siguen resultando insuficientes para arrebatarles el país a las mafias que lo controlan, incluso desde celdas o descaradamente fugados. En medio de polarizadas luchas cotidianas, donde la (des)información es un arma tan poderosa, desde Bisagra seguimos defendiendo espacios para la creación y la reflexión con distancia crítica. Agradecemos a quienes responden cada vez con entusiasmo y confianza a cada pequeño ejercicio de convivencia y libertad que les proponemos, sea en forma de texto, taller de costura, charla con sobremesa o absurda pasarela. A pesar de que Alberto Fujimori aún no vuelve a prisión, son esas comunidades fugaces las que renuevan las energías bisagrescas. ¡Así que volvimos!

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